La Facultad de Psicología llevó adelante una nueva edición del Encuentro de Estudiantes de las carreras de Psicología y Psicopedagogía, un espacio que se consolida como punto de encuentro entre producciones académicas, experiencias de cátedra y procesos formativos que atraviesan a quienes transitan la carrera. El encuentro permite que estudiantes de diferentes sedes y modalidades compartan sus trabajos, discutan problemas actuales del campo y pongan en diálogo teoría, práctica y territorio.
Entre los aportes presentados se destacó un trabajo colectivo que recupera la experiencia de quienes ejercieron el rol de ayudantes alumna y alumno en distintas cátedras. El eje común fue la reflexión sobre cómo se enseña y cómo se aprende y cómo el vínculo entre estudiantes y docentes transforma de manera directa la práctica educativa.
Desde la perspectiva freireana, otro de los aportes partió de la premisa de que una educación democrática supone “un diálogo bidireccional y no unidireccional, donde el aprendizaje no se limita a lo memorístico sino que se construye desde la experiencia personal y social”. Esta mirada invita a pensar en la importancia de habilitar producciones significativas y preguntas que desnaturalicen imaginarios sociales presentes en el aula.
Otra intervención, realizada por María de los Ángeles Senra, retomó el concepto de edadismo al analizar cómo ciertos prejuicios sobre la vejez pueden reaparecer incluso en estudiantes avanzados. La autora explicó que este proceso responde a un entramado social más amplio y relató que la experiencia de ayudantía funcionó como un espacio para revisar críticamente los supuestos propios: “Advertir la reaparición de prejuicios me permitió interrogarlos desde un análisis de mis propias implicancias subjetivas”, señaló. Esta reflexión se apoyó en autores como Butler, Bourdieu y Schön, quienes destacan la importancia de la reflexividad en la constitución del habitus profesional.
El trabajo colectivo presentado recuperó las experiencias de formación y reflexión desarrolladas por Mailen Paltenghi, Oriana Márquez Mione, Johana Birnunzio y María de los Ángeles Senra quienes compartieron sus recorridos como ayudantes alumnas en distintas cátedras. Asimismo se destacó el aporte de Berenice Viani, quien si bien no pudo participar del encuentro, formó parte activa del equipo y tuvo un rol relevante en el trabajo de ayudantía y acompañamiento pedagógico. Las producciones presentadas dieron cuenta del valor formativo de estos espacios y de la construcción colectiva del conocimiento en la formación universitaria.
Se profundizó en el rol del ayudante alumno como figura que habilita un puente entre la enseñanza y el aprendizaje. Inspirado en Pichon-Rivière y en críticas a la educación bancaria, el trabajo señaló que “enseñar y aprender conforman un mismo proceso, simultáneo y recíproco” y destacó que la cercanía entre ayudantes y estudiantes favorece una palabra más situada y una escucha más sensible. Asumir esta función implica revisar imaginarios instituidos, promover la participación y construir conocimiento de manera colaborativa.
En su conjunto, el trabajo presentado mostró cómo las experiencias de ayudantía permiten tensionar lo aprendido, revisar prejuicios, asumir posiciones más críticas y habitar la práctica docente como un proceso formativo en sí mismo. El Encuentro de Estudiantes reafirma así la importancia de promover espacios donde las producciones circulen, se discutan y se transformen en aportes para la formación profesional.
Desde nuestra universidad se considera fundamental acompañar estos espacios que fortalecen el trabajo colectivo, profundizan la reflexión sobre las prácticas de enseñanza y consolidan una comunidad académica comprometida con el intercambio y la formación integral.











