Cada 27 de septiembre se conmemora el Día Internacional del Turismo, una fecha que busca destacar la importancia de esta actividad en los ámbitos social, cultural, político y económico. Este año, el lema central es “Turismo: herramienta de paz”, subrayando cómo el turismo, además de su papel en el desarrollo económico, tiene el potencial de fomentar el entendimiento entre naciones.
En esta ocasión, entrevistamos a Natalia Rosa, egresada de la sede Mar de Ajó de la Universidad Atlántida Argentina. Natalia cursó las carreras de Guía de Turismo y Licenciatura en Turismo, finalizando sus estudios en 2007. Su trayectoria académica se ha enriquecido con especializaciones en Antropología Social, Tecnologías Sociales y Desarrollo Rural, que complementan su enfoque sobre el turismo como motor de cambio social.
Desde 2013, es docente en la UA, impartiendo las asignaturas de Formulación de Proyectos Turísticos y Manejo del Territorio en Espacios Turísticos Naturales y Artificiales en las sedes de Mar de Ajó y Mar del Plata. Además de su experiencia académica, ha vivido en países como Costa Rica, Malta, Italia y actualmente reside en España, donde trabaja en el sector privado y colabora en programas de protección internacional y ayuda humanitaria a migrantes y refugiados.
Su vasta experiencia en turismo y su visión sobre el impacto de esta actividad la convierten en voz autorizada para reflexionar sobre cómo el turismo puede contribuir a la paz y al entendimiento entre culturas.
Como egresada de la carrera, ¿qué te motivó a elegir esta profesión y cuál ha sido tu experiencia hasta ahora en el campo del turismo?
Inicialmente estudié turismo porque viví y crecí en un lugar donde el turismo era el principal motor de la economía. Pensé que sería importante estar mejor preparada para el mercado laboral y tener mejores oportunidades, incluso para emprender en el sector. Sin embargo, a medida que avanzaba la carrera y una vez recibida, fue como un mundo diferente que se abrió para mí. He estado vinculada al mundo de los viajes, he vivido en distintos países y he trabajado tanto en el sector público como en el tercer sector, en proyectos de desarrollo local y social vinculados al turismo. Además, desde la docencia y el sector privado pude apoyar a estudiantes y personas que decidieron migrar y vivir en el exterior. El turismo me permitió vivir experiencias enriquecedoras, tanto profesional como personalmente, al conocer diferentes culturas y realidades. El turismo es movimiento, es cambio, es encuentro y son aspectos que también me definen a mí.
Este Día Internacional del Turismo se conmemora con el lema “El turismo como factor decisivo para el fomento de la paz y el entendimiento entre naciones y culturas”. ¿Cómo creés que el turismo puede contribuir a estos objetivos?
El turismo fomenta el encuentro y el intercambio entre culturas, pero también es necesario trabajar en políticas públicas que promuevan modelos de gestión más equitativos, sostenibles y locales. El turismo debe reducir las desigualdades y mejorar la calidad de vida de las poblaciones. No podemos olvidar que el turismo ha generado muchas desigualdades y, en esos escenarios, la paz no es posible.
En tu trayectoria profesional, ¿has participado en proyectos que promueven el intercambio cultural y la comprensión entre diferentes culturas o naciones?
Sí, he tenido la maravillosa experiencia de trabajar junto a comunidades campesinas e indígenas en Argentina, planificando proyectos para mejorar su calidad de vida. Muchas de estas iniciativas estaban centradas en el turismo rural y comunitario, lo que nos permitió aprender formas de gestión alternativas y fomentar el diálogo de saberes, garantizando no solo el intercambio cultural, sino también el respeto y valorización de distintas formas de entender el mundo.
¿Cuáles son los desafíos actuales para que el turismo sea realmente un motor de paz y entendimiento entre culturas?
El principal desafío es repensar la forma en que se gestiona hoy en día. Actualmente, el turismo acentúa las desigualdades, deteriora el ambiente y mercantiliza la cultura. Debemos buscar modelos de turismo gestionados desde las comunidades locales, donde se puedan definir los problemas y soluciones de manera participativa. De esta forma, podríamos construir un turismo más sostenible y equitativo.
¿Cómo se relaciona la sostenibilidad con la promoción de la paz y la reconciliación en el sector turístico?
La sostenibilidad no solo abarca el aspecto medioambiental, también se refiere al desarrollo económico, social y cultural. Para que el turismo contribuya a la paz, debe haber equidad en la distribución de recursos, participación plena de las comunidades en las decisiones, y respeto por la diversidad cultural. El turismo sostenible debe promover igualdad de oportunidades y una distribución justa de los beneficios, lo que contribuye directamente a la paz y reconciliación en los territorios.
¿Cuál es el papel de los profesionales en turismo en la construcción de un mundo más comprensivo y pacífico? ¿Qué habilidades o valores son fundamentales para lograrlo?
Los profesionales en turismo tenemos un rol clave como planificadores, gestores y educadores. Debemos mantener una mirada crítica e integral de los procesos, trabajar estrechamente con las comunidades y promover procesos participativos. El turismo es una actividad dinámica que nos desafía a ser innovadores y creativos, sin perder la empatía y el compromiso con los territorios con los que trabajamos.
¿Podrías compartir alguna anécdota de tu experiencia laboral donde el turismo haya tenido un impacto positivo en la comunidad?
He tenido la suerte de trabajar con diversos emprendedores y experiencias en Argentina y en el extranjero. Rescataría dos proyectos que fueron muy importantes para sentar las bases de un turismo sostenible en áreas rurales: el programa Cambio Rural de INTA y el Proyecto Nacional de Turismo Rural (PRONATUR). Ambos promovieron el trabajo asociativo y la valorización de los recursos rurales, con una gestión muy participativa de las comunidades locales. Estas iniciativas visibilizaron recursos y saberes que el turismo tiene la capacidad de poner en valor.
Finalmente, ¿qué mensaje les darías a los futuros profesionales en turismo?
Les diría que es una profesión hermosa y compleja, pero que abre muchas oportunidades tanto a nivel profesional como personal. El turismo los mantendrá en constante aprendizaje y crecimiento y les permitirá actuar como un agente de cambio social y cultural. Les invitaría a cuestionar, a visitar los territorios, a dialogar con emprendedores y a proponer soluciones creativas, porque hay mucho por hacer para que el turismo se convierta en un verdadero promotor de sostenibilidad y paz.