Nuestra universidad realizó un reconocimiento a la trayectoria del Premio Nobel de la Paz (1980), Adolfo Pérez Esquivel, otorgándole el título de Doctor Honoris Causa. Fue en el marco de una emotiva jornada que comenzó con la clase inaugural de la Diplomatura en Derechos Humanos y Crímenes de Lesa Humanidad.
La ceremonia tuvo lugar en la sede de Mar de Ajó, con la presencia del rector, Amado Zogbi; Ana María Careaga, directora del Instituto de Estudios en Derechos Humanos de la Atlántida; y el Dr. Alejo Ramos Padilla, quien además presentó su libro Recuperar Malvinas. También asistieron el intendente del Partido de La Costa, Juan de Jesús; el diputado provincial Juan Pablo de Jesús; la senadora provincial Gabriela Demaría; autoridades universitarias, docentes, referentes sociales y organismos de derechos humanos.
“A mí me inunda la emoción y el privilegio de estar acá hoy con Adolfo, su vivencia, su sencillez y humildad. Más de 50 años de lucha incansable por la defensa de los derechos humanos”, expresó Amado Zogbi.
En su intervención, Ana María Careaga destacó el sentido de este reconocimiento y el compromiso de la Atlántida con la formación de líderes comprometidos con la justicia social:
«Nuestra universidad tiene hoy el honor de reconocer a un referente de la memoria, la verdad y la justicia. Adolfo Pérez Esquivel fue un antes y un después en la defensa de los derechos humanos, en un momento en que era difícil visibilizar lo que estaba pasando en Argentina. Fue gracias a la denuncia internacional», señaló Careaga.
Durante el homenaje también se evocó la memoria de Norita Cortiñas y del Papa Francisco, recientemente fallecidos, recordando su legado en la defensa de los derechos humanos y la paz.
Al recibir la investidura, Pérez Esquivel compartió con gratitud y emoción:
«Tenemos que ser rebeldes. Si no cultivamos la rebeldía del pensamiento y del corazón, no vamos a cambiar absolutamente nada. La lucha por los derechos humanos implica valores que debemos defender. Y las universidades deben ser faros que promuevan la integridad de los derechos humanos.»
La entrega de la estola y del diploma concluyó con un emotivo intercambio de saludos entre el homenajeado y los asistentes, marcando un compromiso renovado con la paz, la memoria y los derechos humanos.
La Atlántida reafirma así su misión de reconocer a quienes inspiran a construir un futuro más justo para todos.
