La Universidad Atlántida formó parte, junto a otras 200 universidades argentinas y de América Latina, del encuentro sinodal “Organizando la esperanza” llevado adelante en el Vaticano. Durante el mismo, el Papa adelantó como primicia a los rectores y rectoras el nombre de su última exhortación apostólica que se titulará Laudate Deum. Será, dijo, “una mirada a lo que ha sucedido y decir lo que hay que hacer”.
El evento fue organizado por la Red de Universidades para el Cuidado de la Casa Común y la Pontificia Comisión para América Latina y tuvo como objetivo dialogar junto al Papa Francisco sobre educación, ambiente, tecnología y sociedad.
A lo largo de varias jornadas los rectores y rectoras de las diferentes universidades elaboraron una serie de documentos y preguntas que fueron presentados cómo punto de partida para la propuesta de encuentro con Francisco.
Fueron, en total, cuatro mesas temáticas en las que se trabajaron temas vinculados a la crisis ambiental, económica, social y cultural. El rector de la Atlántida, Amado Zogbi explicó que los tópicos de cada grupo de trabajo correspondieron a los grandes ejes de la Encíclica Laudato Si´ que han sido abordados desde 2021 y, en el caso de la RUCC desde 2017, en encuentros interuniversitarios.
Laudato Si es una encíclica del Papa Francisco donde llama a que se cuide y se haga un uso sustentable de los recursos de la Tierra. Tanto en 2021 como en 2023 y a partir de la lectura de la misma, el Consejo de Rectores de Universidades Privadas, el Consejo Interuniversitario Nacional y la Conferencia Episcopal Argentina organizaron una serie de congresos en forma federal para debatir esta temática de manera transversal junto a estudiantes, docentes e investigadores. Se realizaron charlas, conferencias y talleres en varias universidades y puntos de la región, en los que se trabajó sobre todo en la participación de los jóvenes.
El cuidado de la casa común puede ser considerado como uno de los grandes impulsos del pontificado de Francisco, algo que será reforzado una vez más con la publicación de la segunda parte de la encíclica Laudato Si, prevista para el próximo 4 de octubre, y que se concretará en la exhortación apostólica Laudate Deum.
Las propuestas
Durante el encuentro y con relación a la crisis ambiental, tema considerado de máxima gravedad, las autoridades universitarias enumeraron algunas preocupaciones concretas en el continente: el Acuífero Guaraní, la biodiversidad, el cambio climático, el extractivismo no sustentable, la Amazonía, la falta de liderazgo político y empresario, la ambición económica desmedida, y la cultura del descarte. Desde ahí hicieron ver su deseo de crear una fuerza transformadora capaz de influir positivamente en los decisores políticos con nuestras investigaciones y conocimiento, hacia una ciudadanía ecológica integral. Para ello promoverán la educación ambiental y acciones en el territorio, y preguntaron al Papa las cuestiones que no pueden dejar de ser consideradas.
Sobre la crisis económica, denunciaron una realidad donde la tecnología no siempre está al servicio del desarrollo de los más necesitados, lo que afecta a la investigación y producción de conocimiento en las universidades. Ante esa realidad mostraron el papel fundamental en la búsqueda de alternativas frente a este modelo que pueden tener las universidades, a través de acciones concretas orientadas al bien común, la formación de «liderazgos que marquen caminos».
Por otra parte, las condiciones de vida que han generado cultura del descarte migraciones forzadas e incremento de la desigualdad, son una expresión de la crisis social. En ese sentido, fue destacada que el trabajo ha perdido lugar como centro de la organización social, denunciando la inequidad presente en América Latina, con una falta de acceso a los bienes básicos, que afecta a los más vulnerables y es consecuencia de una injusta distribución internacional de la riqueza, con una pobreza que también es cultural, lo que demanda en las universidades un diálogo intergeneracional.
Finalmente, con relación a la crisis cultural, que genera desempleo y migraciones forzadas, fue hecha la propuesta de una “Ciudadanía Global”, tendiendo puentes y derribando muros, fomentando la integralidad del conocimiento a través de un enfoque inter y transdisciplinario.
El Papa llamó a buscar alternativas que ayuden a superar la crisis medioambiental, llamando a inventar para proteger la naturaleza, haciendo ver que “los jóvenes que nosotros formamos tienen que salir líderes en este punto, convencidos”. Ante el proceso de degradación ambiental existente, Francisco lo ve como algo que se también se manifiesta en “degradación de condiciones de vida, degradación de valores que justifiquen esas condiciones de vida, porque van juntos”, subrayó.
Por último llamó a las universidades a entender que no son lugar sólo para “aprender cosas”, y por eso educar en tres lenguajes humanos, “el de la cabeza, el del corazón y el de las manos. De tal manera que aprendan a pensar lo que sienten y lo que hacen, a sentir lo que hacen y lo que piensan, y a hacer lo que sienten y lo que piensan”. Finalmente invitó a las universidades a ser: “creativos ante la realidad y los desafíos, formadores y no solo informadores”.