Luego de haber finalizado la escuela secundaria, Julián Patiño quería estudiar en la universidad algo relacionado con las Ciencias Económicas. Sin dudarlo, y agradecido desde el primer momento por las oportunidades que se le brindaron desde la institución, en el año 2015 el oriundo de Nueva Atlantis eligió empezar la carrera de Contador Público en la Atlántida. “Desde el primer momento siempre tuve en vista anotarme en la Atlántida, por estar situada en el lugar donde yo nací, me crié, me formé y pasé toda mi vida. Lo más importante y clave para mí en lo personal fue el acompañamiento de la institución en conjunto con la Municipalidad con la subvención en la cuota mensual, sin esta ayuda de la beca municipal no hubiera podido estudiar, ni tampoco haberme ido a estudiar a otro lugar porque la situación familiar quizás no era la más favorable como para abrir las alas e irme. Durante los primeros tres años de carrera estuve %100 becado y luego los últimos años con el %75 correspondiente de la carrera, esto fue fundamental para mí, si no, insisto, no hubiera podido acceder a una carrera universitaria”.
Luego de atravesar 5 años de mucha dedicación y compromiso con el estudio, Julián logró recibirse y comenzar su propio camino profesional, el que hoy le está dando sus frutos. “Actualmente, desde mayo del 2023, me encuentro trabajando en la multinacional L’ORÉAL Paris, una empresa de cosmética y belleza que opera en más de 150 países en todos los continentes del mundo. Mi tarea específicamente se basa en liquidar impuestos nacionales y provinciales, impuestos como por ejemplo IVA, sistemas de recepción y percepción de SICORE, ARBA, régimen informativo de modelos. Además, mantener al día los legajos impositivos de los proveedores y los clientes como principales funciones. A medida que voy avanzando y consolidando en la empresa, adquiero nuevas responsabilidades. Y también, aparte de trabajar en L’ORÉAL, este año empecé como perito contador, me anoté como auxiliar de justicia en el Poder Judicial de la Nación en el fuero laboral, donde ya me llegaron las primeras pericias y afortunadamente es un trabajo que lo puedo complementar con la empresa, porque me permite tener absoluta decisión sobre mis horarios en la organización de encuentros con las empresas demandas, el demandado, el hecho de recabar la información y documentación. El trabajo en la empresa como el de perito los puedo complementar diariamente sin que se superpongan para poder cumplir con todas las responsabilidades”.
– ¿Qué herramientas sentís que adquiriste en la universidad y que estás pudiendo aplicar hoy en día en el campo laboral?
“Son muchas, y no solamente esas herramientas son las que obtuve por aprobar las cátedras del programa de la carrera. El conocimiento contable, legal, histórico de la economía, de la matemática, como conocimientos primordiales, ya que esta profesión es meramente matemáticas, y las matemáticas son un lenguaje en sí mismo, y si uno no aprende a interpretar, hablar con tecnicismo, con las palabras correctas cuesta mucho poder ejercer la profesión, no solamente como Contador Público, sino en cualquier área contable o financiera de cualquier empresa, hay un dialecto particular para utilizar las palabras, para comprender textos, normas legales referidas a la profesión, todo esto viene de la mano con lo aprendido en la universidad y el valor que le doy. Y, más allá de esta parte teórica, me formé como persona y profesional en el sentido de aprender a tratar con especialistas que tuvimos como profesores, con compañeros que luego terminaron siendo colegas y amigos de la vida, con profesionales por fuera de la universidad en distintas actividades, y este día a día, este diálogo es casi tan valioso como todo lo que se obtiene de los libros y de los apuntes”.
-¿Cómo fue tu experiencia en la universidad?
“Mi paso por la Atlántida fue muy activo y completo, porque no solo me centraba en estudiar, rendir e irme a mi casa, no quedaba ahí mi participación y mi relación con la universidad. Me involucré mucho con la Atlántida en las actividades que tenían que ver por fuera del aula, y por fuera de la carrera. En el primer año recuerdo que brindaba servicios en el centro de fotocopiados, donde me familiaricé mucho con el mundo universitario en el primer cuatrimestre de la carrera, eso me ayudó muchísimo. Al año siguiente también estuve colaborando en el centro de estadísticas de la UA, haciendo encuestas a los turistas que venían en las vacaciones de verano a La Costa. También realicé talleres de contabilidad que estaban por fuera de la carrera, donde me inscribí junto a otros compañeros porque teníamos esa vocación, las ganas de querer participar, y la universidad se iba tornando como la casa de uno mismo, lo que es para mí hoy en día. También participé más al final de la carrera en el Espacio Emprendedor de la Facultad de Ciencias Económicas. Fui docente, estuve como profesor adjunto, JTP, di clases y casi un año fui el secretario de la Facultad, una experiencia muy enriquecedora donde tenía contacto con todos los docentes, estudiantes y empleados de la universidad, así como se transformó en mi casa, de alguna manera estas personas se fueron tornando como una gran familia, la gran familia de la Experiencia Atlántida. Viajé a la sede de Mar del Plata, conocí la de Dolores, y terminé de conocer de punta a punta a la institución, siento que no me faltó nada. Guardo los mejores recuerdos de la Atlántida”.
-¿Qué proyectos tenés a futuro pensando en tu crecimiento profesional?
“Más que proyectos los que tengo a futuro son ideas, por suerte mis proyectos los empecé a ejecutar en el momento que me inscribí en la carrera y me recibí. Hoy estoy disfrutando mucho todo lo que coseché. Lo primero que quiero es adquirir la experiencia suficiente para que en mi CV aparezca que tengo experiencia de un Senior, estoy camino a concretar esto, que es la categoría más alta profesional, y eso te abre un mercado laboral inmenso, más en el mundo corporativo, aplicado a las grandes empresas. Paralelamente a esto quiero seguir creciendo en las causas de auxiliar de justicia, y que exista la posibilidad de trabajar como síndico, que significa asociarse con otros profesionales para abarcar casos más cuantiosos. Todo esto sé que lleva mucho tiempo, mucho aprendizaje, y que uno en el camino tiene que seguir profesionalizándose, ya que no nacemos sabiendo, pero creo que voy por buen camino”.
Como cierre de este relato personal y profesional, del valor que Julián le da a su título de Contador Público y a la Universidad Atlántida como gran acompañamiento para poder perseguir sus sueños, deja un mensaje a los futuros estudiantes poniéndose en su lugar, y recordando todos esos sentimientos, expectativas, miedos y anhelos que alguna vez sintió empezando en el mundo universitario: “Lo que yo sentía cuando estudiaba era querer un futuro seguro, tranquilo, estable y mejor. Verdaderamente no existe mejor inversión que un título, sea universitario, sea terciario, maestría, posgrado, lo que sea, pero el estudio es la mejor inversión que puede tener una persona, porque uno al profesionalizarse se destaca por encima de los demás por la especificidad del trabajo que puede realizar, y eso es lo que nos hace distinguirnos en el ambiente laboral. Es una inversión a muy largo plazo, que hay que trabajarla, que cotiza en alza y al mismo tiempo te baja, cuando recursas una materia o no aprobás un examen es un golpe muy duro, pero ahí es cuando tiene que aparecer más que nunca la actitud de un estudiante, no se recibe solo el que estudia, sino el que también es persistente e insiste. Lo que puedo recomendar es que cuando se anoten a las cátedras o empiecen a cursar visualicen cómo se ven en un futuro, como les gustaría estar, en el sentido de que ese futuro que se pueden llegar a imaginar tiene que ser próspero, feliz, alegre. Lo que todas las personas buscamos y queremos, y el hecho de estudiar y adquirir un título es lo quete facilita llegar mucho más fácil y rápido a esa felicidad y estabilidad, pero no a la felicidad de la vida sino a la tranquilidad de haber cumplido un objetivo como lo que significa recibirse. No es un camino sencillo, pero que vale la pena lo puedo asegurar, a mí me cambió la vida”.